¿De qué murió este tipo, sobredosis de humanidad? Una pena que nadie llegó a recetarle unos buenos libritos absurdistas para sanar su dolor (o acelera¿De qué murió este tipo, sobredosis de humanidad? Una pena que nadie llegó a recetarle unos buenos libritos absurdistas para sanar su dolor (o acelerarlo, quién sabe).
Encaré esto sin previa indagatoria, Tolstoi sonaba a algo que debía conocer, y esto, que ya estaba en mis pendientes por alguna razón ya olvidada, era especialmente corto: suficiente. En principio estaba convencido de que el núcleo de esto era problematizar las tensiones entre el "yo" y el "otro", ¿vieron? esa imperiosa necesidad de diferenciarse del resto que coexiste con esa otra urgida necesidad de pertenecer. Ivan sabe mucho de esto último, no parece sufrir las presiones sociales sino fetichizarlas, convertirlas en sus deseos, en un sentido de vida. La novela deja en varias ocasiones bastante claro con sus apreciaciones que sus deseos personales no son más que los deseos de toda una masa: una mujer con la que empezar la propia familia, un trabajo que le permita ascender y gozar de las dinámicas de poder, una casa adornada y alabada, un círculo social que corresponda este escenario. Ahora, estamos en condiciones de afirmar que todo este estilo de vida es bastante superficial, con lo que nos encanta llamar a las cosas así, pero ¿y qué? debo admitir que muchas veces me parece que la ignorancia y la felicidad van de la mano, ¿y no se trata la experiencia de la vida de ser feliz? De pronto ¡BOOM! nuestro querido Ivan sacude la novela mostrandonos que, al final, si posee rasgos fuertes de su caracter individual, su personalidad se empieza a escocer y diferenciar de todo su alrededor: la erosión y desinterés de su estilo de vida. Lamentablemente, no se le ocurrió otra idea que enfrascarse en una especie de devoción y autoexplotación en su trabajo. Una mezcla de codicia por el poder, necesidad de estatuto y alienación.
Pero pese a este pequeño retrato que acabo de hacer aquí, no considero que esta sea la esencia de esta novela. No. Esta es la historia de un tipo que muere, un relato atravesado por la filosofía en toda su extensión, pero que no deja de estar novelada. Quizá lo que más desafió mis expectativas fue su simpleza, desde el lenguaje hasta la estructura. No es excéntrica ni muy adornada para expresarse, los plantamientos filosóficos simplemente están ahí, discurriendo entre los párrafos, de forma explícita y literal: "Iván Ilich se casó por ambas razones: satisfacía sus propios deseos tomando por esposa a una mujer de esa clase y al mismo tiempo hacía lo que las personas encumbradas consideraban adecuado." El lector ni siquiera tiene que pensar que Ivan vive para satisfacer su estructura social, aunque es obvio, Tolstoi nos evita las reflexiones simples y abarca esto con total honestidad.
Ahora bien, entonces, ¿de qué se trata esto? ¿de la vida? ¿de la muerte? Sea que cada dia morimos un poco más o vivimos un poco más, me es desinteresante: ninguna de las dos tiene sentido sin la otra. ¿La concepción del tiempo, su paso? ¿la alienación social? ¿el cuerpo contra la mente? Si, si y si. Llamenlo como quieran, yo acá aprecio un ejercicio de extrañamiento hacia la propia condición humana que permite acercarse mucho más a ella y matizarla. Una suerte de cuadro extremadamente simple pero, de alguna forma, preciso en su ejercicio de captura de la mundanindad.
El declive que se sucede es intenso. Los tormentosos pensamientos en lucha contra la desesperanza crónica del protagonista: desesperados mecanismos mentales y autoconvecimientos constantes intentando acauciar su duelo de negación. ¿No es un poco aterrador? O quizá incómodo, la contradicción dada en una mente tan vivaz y un cuerpo en descomposición. Un espíritu que no se quiere ir dentro de una masa de piel enferma. Así es como es. O parece. No me siento cómodo afirmando que las cosas son.
Bueno, ¿cuál es la conclusión? Una primera inmersión podría indicar una oda a aprovechar la vida, romper la monotonía o guiarse por los genuinos deseos. ¿Pero no hay algo utópico en todo esto? ¿No hay limitaciones físicas, mentales, sociales, que inevitablemente escapan de nuestro control? ¿O estoy, de forma pesismista, justificando mi confort? Supongo que a nadie le va a sorprender que no tenga ninguna respuesta, que a continuación afirme, desvergonzadamente, "no sé nada". Si hay algo cierto, es que no sentí pena por el sufrido Ivan Ilich, me sentí mas atacado emocionalmente por cómo en el me encuentro a mi o a vos, por aquello universal que trasciende de su corta historia individual. Algo angustiante, pero no menos verdadero. ¿Vieron cómo se expresa su muerte? Insignificante, a la ligera, precipitada, sin acumular tensión, una oración. Y yo entendí una sensación que podría confundirse con una epifanía. Ignoro si Ivan, en sus ultimos minutos de vida, tuvo una verdadera revelación de su sentido de vida o simplemente se autoconvenció de tenerlo, pero su alineación entre cuerpo y mente y desvergonzamiento culmine se sintió como una genuina aceptación de la mortalidad. Algo que entendí y a la vez no, que quizá no quise hacerlo: pero fue cálido, cálido y reconfortante.
"Ah, vivir es tan incómodo. Todo aprieta, el cuerpo exige, el espíritu no para, vivir parece tener sueño y no poder dormir, vivir eSentir que no sabes.
"Ah, vivir es tan incómodo. Todo aprieta, el cuerpo exige, el espíritu no para, vivir parece tener sueño y no poder dormir, vivir es incómodo. No se puede andar desnudo ni de cuerpo ni de espíritu."...more
La tensión sexual entre el título de la novela y yo fue instantánea. Entre come-hierbas nos entendemos, pensé, y así de simple me sumergí en este librLa tensión sexual entre el título de la novela y yo fue instantánea. Entre come-hierbas nos entendemos, pensé, y así de simple me sumergí en este libro. Quién diría que la novela no sería tan simple como mis pretensiones, de hecho, todo lo contrario, el vegetarianismo es solo una pieza secundaria entre todo un complejo entramado.
Creo que necesito un psicólogo, este libro es realmente salvaje. Todavía no sé si es el mejor libro que leí en mi vida o el peor. No me hagan replantear el rating que, al primer cuestionamiento, pueden haber cambios radicales. Notarán que esta novela me tiene necesitando un mapa, estoy desubicado, y llevo reflexionando sobre su contenido varios días. Mi larga reflexión desembocó en este atrevimiento de sentirme, al fin, capaz de redactar una opinión formal, pero ¿realmente lo estoy? Sí… No. Sí… No.
ADVERTENCIA: Esto no es una review, es Santy en crisis durante más de un párrafo. Contenido ambiguo, se recomienda discreción.
➤ "«Todo esto no tiene ningún sentido.
No puedo aguantar más.
No puedo seguir adelante.
No quiero seguir adelante».
Volvió a recorrer con la vista los objetos de la casa. Nada de lo que había allí era suyo. Del mismo modo que su vida no había sido nunca su vida."
"La Vegetariana" cuenta la historia de una mujer que decide dejar la carne, cuya decisión generará el desprecio y una serie de conflictos dentro de su familia, conocidos y su entorno social general. Ella siempre fue una mujer corriente, sumisa y poco destacable, pero un día, unos sueños que la atormentan, la hacen llevar a abandonar cualquier producto derivado animal. Y es este cambio en su vida la que la hace tener una atención que nunca tuvo, ahora todos parecen notarla, en efecto, esta decisión parece descolocar a su marido y familiares, quienes harán lo posible para que recapacite y vuelva a hacer como antes. Pero nuestra protagonista tomó una decisión. Yeong-hye comienza a callar, se muestra pacífica, sin embargo, curiosamente es su entorno el que va a responder violentamente ante este silencio y nula aceptación de ayuda cuando, después de todo, es una decisión que toma sobre SU vida y SU cuerpo. Es con el pasar de las páginas que notamos como Yeong-hye se va "desconectando" de esta realidad, como si entendiera algo que todo el resto no.
El vegetarianismo es lo de menos, es solo un medio para representar una idea mucho más compleja y significativa: el decirle no al consumo de carne, algo que la mayoría hace, es el decirle no a esa vida infeliz y violenta que todos parecen naturalizar. Ir contra lo establecido. Todos los personajes no comprenden a la protagonista, intentan imponerse a ella, y esta novela logra transmitir eso de una forma brillante, tanto en la trama como en su misma estructura: las tres partes en que se divide la obra presenta tres puntos de vistas diferentes (marido, cuñado y hermana) sobre Yeong-hye, nunca se nos da su propia perspectiva, siempre la vemos desde la concepción de otros.
Esta novela probablemente no funcione teniendo esto en cuenta, sobre la superficie hay sólo una cantidad de personajes dramáticos con comportamientos irracionales y poco entendibles. Un delirio metafórico, una mujer que deja de alimentarse y quiere ser parte de la naturaleza, un árbol. El trasfondo es lo que la eleva y la convierte en un profundo relato inusual. No leas esto buscando respuestas porque no las vas a conseguir, todo lo contrario, probablemente te atormentes por la cantidad de preguntas e inquietudes que te acudan.
➤ "Si no comes carne, te devorará el resto del mundo."
Pese a mis intentos de materializar esta experiencia más bien abstracta, mi resumen no es el mejor ejemplo. El libro es, probablemente, de los más raros y peculiares que he leído en mi vida. Nada de lo que leí fue habitual, es exagerado, oscuro e interesante. Y también por este motivo no es una lectura para todos, algo experimental, solo recomendado para interesados en algo distinto. Los invito a leerlo y comentarlo lo antes posible: si lo odian, los voy a acompañar en el sentimiento, y si lo aman, también....more
➤ "Por los amigos ausentes, los amores perdidos, los viejos dioses y la estación de nieblas; y que cada uno de nosotros de al diablo su merecido."
Mi ➤ "Por los amigos ausentes, los amores perdidos, los viejos dioses y la estación de nieblas; y que cada uno de nosotros de al diablo su merecido."
Mi recorrido por Sandman continúa y aquí estoy, sobre la cuarta parte, ¿continuaré el viaje? Definitivamente. Este tomo entrega una trama digna de la aclamación y los elogios que suelen circular sobre esta colección de cómics, y que, de alguna forma, me incentivaron a comenzarla.
El argumento de Estación de Nieblas se basa en cómo Morfeo viaja al Infierno en busca de una antigua amante; pero durante su estancia descubrirá un importante cambio relacionado con el reino supuestamente gobernado por Lucifer. Sandman me viene persuadiendo con fantásticos personajes y premisas ridículamente creativas, pero ninguna de las anteriores entregas consiguió gustarme tanto como esta, la cual concibo como su punto álgido, al menos, por el momento.
No solo podemos conocer más a Los Eternos, no solo tenemos más referencias a la mitología Griega, no solo contamos con más demonios y ángeles, sino que, se redobla la apuesta: aparecen representantes de la mitología nórdica (Loki, Odin, Thor…), egipcia, asiática, dioses del caos y orden, hadas, entre otros seres omnipotentes. Una extraña mezcla de personajes, referencias y personalidades, que jamás nos hubiéramos imaginado compartir un mismo escenario y mucho menos interactuar; por fortuna, Gaiman logra contener y desarrollar satisfactoriamente a cada uno de ellos, de tal forma que no resulta abrumador. Al mismo tiempo, el hecho de hacer ver seres tan poderosos con un perfil más humanizados ayudó al proceso: es el ejemplo de Morfeo, que muestra arrepentimiento y culpa, de hecho, tales sentimientos impulsan uno de los inconvenientes de la trama, y muestran que no es tan perfecto como uno esperaría. Plus: es uno de los tomos donde, Morfeo, realmente se siente un protagonista, y cuenta con una aparición duradera y notable, cosa que se agradece.
➤ “Debe haber un infierno. Un lugar para demonios. Un lugar para los condenados. El infierno es el reflejo del cielo. Sombra del cielo. Se definen entre sí. Debe haber un infierno porque sin el infierno, el cielo no tiene sentido".
Algo que siempre suelo indicar sobre Sandman en general, son las frases y diálogos astutos que estos cómics contienen, esta no fue la excepción, en realidad, abundan tanto ellos como unos cuantos debates y cuestionamientos magníficos sobre varias temáticas (la escena que se da entre Lucifer y Morfeo es un gran ejemplo, debido a que el tópico sobre el cielo y el infierno, lo bueno y lo malo, y las acciones humanas, nutren las viñetas), ¿qué más puedo pedir?
➤ “Creo que el infierno es algo que llevas contigo. No un lugar al que vayas."
Con un comienzo prometedor y un desenlace gratificante, siento que la cuarta parte fue determinante para definir mis metas: voy a llegar hasta el final del camino....more
He aquí los resultados de mi primera lectura sobre esta autora y, debo de decir, que no puedo estar más que impresionado. SuDesesperante, desgarrador.
He aquí los resultados de mi primera lectura sobre esta autora y, debo de decir, que no puedo estar más que impresionado. Su prosa captó mi atención desde la primera página, ansío descubrir y seguir leyendo más de sus obras. Al mismo tiempo, fue mi primera novela histórica: fue una experiencia distinta que me conectó más con el realismo y me despegó de los tantos libros que leí previamente de fantasía.
| "El rojo era la sangre de los hermanos masacrados en el norte, el negro era para llorarlos, el verde era para la prosperidad que tendría Biafra y, finalmente, la mitad de un sol amarillo representaba el glorioso futuro."
Para situarnos en contexto, Chimamanda nos ubica en los años 60 y nos introduce en la Guerra Civil de Nigeria donde nace el fugaz Estado de Biafra en consecuencia de los conflictos étnicos entre las comunidades y, por supuesto, la influencia imperialista de los países centrales. Esta es narrada por el punto de vista de distintos personajes interrelacionados que viven en este contexto temporal: es doloroso como, en las primeras páginas, gozan de una situación buena y, con el estallido del conflicto, terminan luchan por su vida, haciendo lo que sea para sobrevivir. Amé cada uno de ellos (aunque Odenigbo no me cayó tan bien hacia el final), y acompañarlos en el transcurso de la guerra fue sumamente doloroso.
Me molesté conmigo mismo por no saber nada de estos hechos, de hecho, me puse a investigar al respecto (con muchos más interés que el que tengo respecto a las tareas escolares...more
Anexen mi habitación a Hill House, así cómo está ahora se fundiría sin dificultad en la atmósfera sombría de la casa: sábanas sali4.5 (revisión 2024)
Anexen mi habitación a Hill House, así cómo está ahora se fundiría sin dificultad en la atmósfera sombría de la casa: sábanas salidas, montículos de ropa que forman siluetas en la oscuridad, muebles que acumulan polvo, papeles que crujen al pisarlos, objetos que pierden el equilibrio y caen al suelo. Aunque ahora que lo pienso, este pequeño cuadrado no tiene nada que hacer en una mansión victoriana como aquella. Si, cuando termine de redactar esto voy a limpiar un poco (...)
Me obsesiona esta novela; es, de alguna manera, algo enfermiza. Cuando presto atención en la estructura, en cómo está escrita, las metáforas o palabras que se seleccionan, se vuelve fascinante. Así que prepárense para que copie y pegue una cita cada dos renglones (y además porque no tengo ganas de levantarme a limpiar). Evidentemente, es la gran referente en cuanto a clásicas historias de casas embrujadas, pero estámpense la cara contra la pared y mariconeen con cuán aburrida y poco tenebrosa es aquellos que terminen leyendo esto atraídos por esas ideas populares sobre el terror y el cuento de casas embrujadas. Huyan, acá no hay espíritus que tiran jarrones ni fantasmas que te agarran de los pies y te arrastran por el piso como un trapeador. En cambio, hay algo conceptualmente más desafiante y oscuro, aunque difícil de definir para mi, ciertamente ambiguo. Las primeras palabras de la novela reflejan un poco el tono:
“Ningún organismo vivo puede mantenerse cuerdo durante mucho tiempo en unas condiciones de realidad absoluta (...) Hill House, nada cuerda, se alzaba en soledad frente a las colinas, acumulando oscuridad en su interior; llevaba así ochenta años y así podría haber seguido otros ochenta años más.”
La soledad y la falta de cordura aparecen entrelazadas y demuestran la habilidad de la autora para desentrañar la psicología humana, pero resultará aún más interesante cuando a continuación se procede a personificar la casa. Ya sea llena de oscuridad, extrañamente fría, diseñada de una forma disruptiva que confunde el sentido de la orientación, Hill House, es en sí un personaje más, y juega con la sobrenaturalidad. Y vaya que es absorbente eh (“—¿Todavía existe un mundo en alguna parte? —preguntó Eleanor maravillada)”.
Pero estas cualidades iniciales, cuando se hace una retrospección, no se limitan a caracterizar la casa, si no que se podrían amoldar perfectamente a sus invitados, especialmente a Eleanor, la figura principal. Ella va a la casa casi como por acto de rebeldía, de necesidad, una forma de escapismo, una declaración de libertad e intento de alejamiento de una vida vacía y miserable;
“Últimamente le había dado por preguntarse, durante aquellos años rápidamente escrutados, qué había hecho con todos aquellos días de verano desperdiciados; ¿cómo podría haberlos malgastado tan irreflexivamente? (...) En realidad nada es una pérdida de tiempo, reflexionaba sensatamente, ni siquiera la propia infancia; y luego, año tras año, una mañana de verano, una brisa cálida caía sobre la calle de su ciudad en la que estuviera paseando y un pequeño y frío pensamiento la asaltaba, He vuelto a dejar que se me escape más tiempo.”
lo que ignora es que millas más lejos aún sigue siendo presa, presa de un estado mental insano. Su fragilidad psicológica y aparente progresivo deterioro mental es realmente el pilar del libro; no por nada la narración del libro está enfocada en ella, pendiente de sus pensamientos, y por lo tanto, sus subjetividades.
“Odio ver cómo me disuelvo y me deshago y me separo hasta vivir en sólo una mitad, mi mente, y luego veo la otra mitad indefensa y frenética y asustada y no puedo impedirlo.”
¿Está esta ‘enferma’ casa jugando con Eleanor y tomando poco a poco partes de ella aprovechándose de su debilidad y poco sentido de permanencia? De hecho, en su primera impresión, ella misma parece darse cuenta: “Era una casa vil. Con las palabras fluyendo libremente en su mente, experimentó un escalofrío y pensó, Hill House es vil, es una casa enferma; márchate de aquí de inmediato.”
¿O, cómo vivimos la historia a través de Eleanor, la casa no es más que una proyección de su estado mental, una historia distorsionada por su poco cuerda narradora?: “Pobre casa, pensó Eleanor, me había olvidado de Eleanor.”
Al mismo tiempo, la constante contradicción entre los personajes, y las diferentes perspectivas chocando entre sí, parecían satirizar al género; La sra. Montague con su extraña versión de la ouija parece una parodia de cualquier cazafantasma: “—Te hemos conseguido mucha información —dijo la señora Montague—. Planchette se ha mostrado muy insistente acerca de una monja. ¿Has descubierto algo sobre alguna monja, John?”. En cambio, el doctor, intentaba intelectualizar y dar un marco científico a su actividad: “Ninguno de nosotros, incluso después de lo de anoche, es capaz de decir la palabra «fantasma» sin sonreír involuntariamente. No, la amenaza de lo sobrenatural estriba en que ataca el lugar en el que la mente moderna es más débil, allí donde hemos abandonado la armadura protectora de la superstición (...)”. Interesante contraste con un delicado humor negro.
Admito que la conclusión fue tibia, no lo suficientemente arriesgada, aunque tampoco me refiero a que esté fuera de lugar. Esperaba que los hechos simplemente escalen, el clímax final de toda esa tensión atmosférica que se había vivido dentro de la casa, particularmente desde los últimos capítulos. Fue más bien un cierre resolutivo para cada personaje, correcto; y ahí es donde vuelvo a rumiar. Entonces, ¿quién es el verdadero protagonista? ¿La casa? ¿Eleanor? Responder a esto quizá equivaldría a responder al interrogante definitivo: ¿Es esto real o producto de una mente? ¿relato realista o sobrenatural? Ahí tienen su terror; la no respuesta, la incapacidad de definir si algo es o no lo es, la representación del miedo como una proyección de nuestros verdaderos traumas, lo desconocido. Quizá esta casa también tomó algo de mí, o yo de ella....more